jueves, 4 de octubre de 2018

CRISIS de PANICO





Se presenta con creciente sensación de ahogo, palpitaciones, temblor,mareo y sudoración, asociados a la vivencia de Terror -" algo muy grave me está sucediendo".Pérdida de conciencia.

Durante el episodio, los temores más habituales son a morir, o bien a que en cualquier momento se pudiera llegar a perder la conciencia o la razón. Surge el impulso de huir, protegerse y buscar ayuda, lo cual suele conducir al servicio hospitalario de urgencia más próximo. Sin embargo, el hecho de sentir el impulso de huir esto no ocurre, pues las sensaciones son tan variadas que, generalmente, la persona queda en un estado de inmovilidad. Una frase común para describir lo experimentado es "la peor experiencia de mi vida".

Los principales factores están asociados a la gran exigencia, ya sea en términos académicos, laborales y también por un desequilibrio emocional. La crisis o angustia de pánico es una forma de ansiedad patológica y se manifiesta abrupta e inmotivadamente donde se presentan intensos síntomas físicos y emocionales destacándose las molestias cardiorrespiratorias y neurovegetativas, asociadas a sensación de terror y descontrol inminente.


Se trata de una experiencia completamente distinta de la ansiedad que conocemos, porque no se trata solamente de una mayor intensidad de los síntomas, sino por la fuerte percepción de que se ha perdido la capacidad de ejercer control sobre sensaciones físicas y emocionales.

Este episodio se vive como una amenaza real e inmediata a la supervivencia, es decir, comienza a aparecer la sensación de muerte o a la pérdida de la razón o el control sobre la conducta.

En la crisis de pánico, a diferencia de la ansiedad normal y de otras formas de ansiedad patológica, se desarrolla una actitud de expectación constante, porque existe el miedo a que la crisis se repita.

A esta situación, la medicina e investigaciones realizadas la denominan como “ansiedad anticipatoria”. Esta preocupación que vive la persona provoca cambios en su conducta habitual, ya que intenta evitar situaciones o lugares que asocia con las probabilidades de tener nuevos episodios, o bien con una mayor dificultad en huir o recibir ayuda oportuna en caso de una nueva crisis.


A estos cambios de conducta se les llama agorafobia. En la población consultante, sólo alrededor de un 15% de las personas que experimentan crisis de pánico recurrentes no desarrolla estas conductas de evitación fóbica.

LOS SÍNTOMAS
La crisis o ataque de pánico es un período discreto de intenso miedo o desagrado, en el cual se desarrollan abruptamente cuatro o más de los siguientes síntomas: Palpitaciones, latidos intensos o aceleración del pulso; sudoración; temblor o escalofríos; sensación de falta de aire o sofocación; sensación de ahogo; malestar o dolor torácico; náusea o malestar abdominal; mareo, inestabilidad, sensación de vacío en la cabeza o desmayo; desrealización (sensación de irrealidad) o despersonalización (sentirse despegado de sí mismo), Temor a perder el control o enloquecer; temor a morir; parestesias; oleadas de frío o calor.


En general estos síntomas alcanzan su máxima intensidad en un plazo de hasta diez minutos y más.

EVALUACIONES MÉDICAS ERRONEAS

La persona que vive esta experiencia, frecuentemente llega a un recinto hospitalario, donde se siente segura de que es ahí donde la podrán ayudar y no la dejarán morir.

Sin embargo, la evaluación médica de urgencia no arroja resultados significativos, y el episodio es atribuido a "nerviosismo o tensión emocional".


La persona se tranquiliza, hasta que un par de semanas más tarde sobreviene un segundo episodio, generalmente de similares características aunque menos intenso, lo cual origina una consulta a su médico habitual. Se solicitan exámenes de laboratorio más sofisticados, que también arrojan resultados normales.

Así continúan presentándose nuevos episodios, donde la intensidad va variando, pero se suma una preocupación constante respecto de cómo evitar nuevas crisis. El paciente comienza a atribuir a las circunstancias o el lugar donde se encontraba la irrupción de los síntomas (por ejemplo se abstiene de hacer ejercicio físico o evita usar nuevamente la locomoción pública), y para salir de su casa prefiere hacerlo acompañado.
Luego de presentar otra crisis intensa, se renuevan las dudas sobre la salud física y se visita un especialista.


Las molestias con connotación emocional no son comunicadas, y se solicitan una serie de evaluaciones de laboratorio, cada vez más especializadas, costosas y en ocasiones de naturaleza invasiva (por ejemplo coronariografía). En tanto, el paciente ha recibido consejos sobre su estilo de vida y fármacos con efecto sedante inespecífico.



LA CONDUCTA FAMILIAR

La preocupación inicial de los familiares se transforma en comentarios sobre cómo "poner de tu parte para sentirte mejor y sobreponerte a tus temores", con lo cual sólo se agrega un elemento adicional de ansiedad y desesperanza de encontrar mejoría.


Esto, sin duda, no ayuda en nada a la recuperación de la persona que vive la experiencia y muy por el contrario, la persona comienza a sentir que "nadie comprende lo que le sucede".

A esta situación se le suma el impacto en las habilidades laborales, costos de salud, disrupción de la vida familiar y social, independencia, desánimo y pérdida de la autoestima que suelen llevar a la persona a niveles graves de deterioro en la calidad de vida y capacidad funcional global del o la paciente que sufre de esta patología.

DIAGNÓSTICO

Según un estudio realizado por el Dr. Sergio Gloger Kojchen, la primera condición para identificar un trastorno de pánico es “conocer la existencia de esta entidad clínica e incorporar a nuestro "árbol de decisión diagnóstica".


Si bien lo anterior puede parecer obvio, agrega, es necesario enfatizar. Una buena evaluación consiste en considerar si el o la paciente presenta crisis de pánico inesperadas y recurrentes. Si una o más de las crisis ha sido seguida por alguna de las siguientes manifestaciones que han durado por lo menos un mes: Temor persistente a experimentar nuevos episodios de pánico; preocupación acerca de las implicaciones o consecuencias de las crisis, por ejemplo a perder el control, tener un ataque cardíaco o enloquecer; presencia o ausencia de agorafobia; manifestación de un cambio significativo de la conducta como consecuencia de las crisis.
El trastorno por estrés postraumático o trastorno por ansiedad de separación, los factores que impulsan a la expresión de una crisis de angustia o pánico pueden ser de distinta índole.

UN BUEN TRATAMIENTO Y SUS OBJETIVOS

El primer requisito para el tratamiento exitoso de un paciente con Trastorno de Pánico, es establecer con precisión el diagnóstico de acuerdo a los criterios enumerados más arriba, en contraposición al diagnóstico genérico de, por ejemplo, "estado de ansiedad". Luego, un profesional debe elaborar, con la participación activa del paciente, un plan de tratamiento que en conjunto con la indicación de psicofármacos, aspectos psicológicos, ambientales e interpersonales que suelen estar presentes, así como las características propias de la persona afectada. La entrevista inicial, en la cual se identifica el trastorno, es una oportunidad muy importante para establecer la adecuada alianza terapéutica, y de este modo promover un buen cumplimiento y adhesión al plan de tratamiento formulado.

El o los objetivos de esta evaluación y propuesta de un plan de tratamiento para pacientes con Trastornos de Pánico se pueden realizar por fases.


En la primera fase, el énfasis está puesto en la erradicación, preferentemente, de manera completa de la tríada sintomática característica y, posteriormente el tratamiento de los factores de riesgo que facilitan eventuales recaídas. De este modo el profesional espera que la remisión de síntomas se produzca en la misma secuencia de su gestación, es decir, en primer término la disminución progresiva de la frecuencia e intensidad de las crisis de pánico, y en la medida que esto ocurra, también se alivian la ansiedad anticipatoria y las conductas fóbicas.
El medio más eficaz para tratar las crisis de pánico, es un adecuado uso de psicofármacos. Las crisis limitadas (menores o "abortivas") se reconocen porque el paciente se refiere a ellas en términos de "pude controlarla". En comparación a la intensidad y dramatismo de las crisis mayores, estas últimas suelen pasar desapercibidas o se confunden con ansiedad anticipatoria. Son más frecuentes que los episodios mayores, y suelen dar cuenta de la persistencia de conductas fóbicas residuales.


Dado que estas crisis deben responder al tratamiento farmacológico, constituyen un buen indicador para la adecuación de las dosis de medicamentos.


Es importante la búsqueda sistemática de estos síntomas en sucesivos controles, a fin de posibilitar una recuperación completa. Para ello, es necesario que el o la paciente se involucre activamente en el tratamiento y su familia o cercanos comprendan y cooperen principalmente con AMOR!


EL AMOR LO CURA TODO!


Dra.Marsella Jiménez Suitts
             Psicóloga

2 comentarios:

MIGUEL ANGEL dijo...

Amelie tu sabes que yo estoy pasando por crisis de panico no he recibido amor si medicación le he tenido que echar valor los ataques de panico me suceden en los autos y en los autobuses ,parece que me quiero morir pero yo sooy un luchador que se despreocupa de la jerga psiquiatrica y psicologica yo he sido el que poco a poco me he curado con tesón y mentalisación llevo 25 años en psiquiatras y psicologos tengo la carrera de psicologia aprendida en los despachos de tus colegas soy un guerrero al que un dia aamordazaron en urgencias de pies y manos los psiquiatras pero supe escapar y llevar mi caso a los periódicos ,tengo una fuerza interior muy fuerte y he madurado este proximo miercoles cumplo 40 años de alegrias y sin sabores de incomprensión y cariño pero aquí estoy de coordinador del área de defensa de los animales del PSOE publicando articulos en un periódico de la isla con un proyecto de escribir una novela y buscando pareja ,porqwue tu estas muy lejos jjajaja .Yo no tengo comprensión por part e de mi familia mi enfermedad me la he tenido que tragar yo sólo ,hay muchas veces que nocomprendo tu lenguaje tecnico creo que les pasara lo mismo a los demás que siguen tu blog estoy contento porque estoy dejando medicación no tomo nad apara dormir .EN LA ULTIMA FOTO SE TE VE MUY GUAPA muy silvestre ,muy natural y juvenil te mando un beso desde el paraiso canario estamos a 25 grados y la gent ellena las playas ya sabes que tienes un amigo en Tenerife te estoy cogiendo afecto Amelie un abrazo.

Dra. Marsella Jimenez S.(AME) dijo...

HOLA AMIGO DE TENERIFE ...SABES BIEN QUE TE COMPRENDO.
ENVIAME TU CORREO Y TE ESCRIBO CON LENGUAJE MAS BASICO ...Y GRACIAS POR LA ACOTACION...
PERO DEBE SER PROFESIONAL DE LO CONTRARIO SERIA AUN MAS BURLADA POR ALGUNOS PARES DE ESTA FRIA SOCIEDAD.
EXITO Y FE