martes, 6 de junio de 2017

Cómo Juzgar?...



Para aprender a juzgar correctamente la confiabilidad de una u otra persona, y evitar así que nos timen, nos atraquen o acabemos saliendo con alguien que nos haga la vida imposible, debemos olvidarnos de lo que nos dice nuestro instinto y aprender a juzgar a la gente bajo criterios objetivos. Y estas son las cuatro consejos básicos que tenemos que tener siempre en cuenta.
1. Nunca tomes decisiones impulsivas
Siempre que tengas que tomar una decisión importante –ya sea comprar un auto, irte a vivir con tu pareja o dejar tu trabajo por otro–, debes meditar pacientemente cuales son los pros y los contras de ésta. Para ello, es decisivo pensar las cosas en frío, tomarse un tiempo, y consultar nuestra opinión con familiares y amigos, que pueden ayudarte a evitar un disgusto.
Los vendedores de cualquier bien o servicio saben perfectamente que tu cerebro toma decisiones menos acertadas por impulso, es por ello que tratan de convencerte de que “son las últimas unidades que quedan”, la “oferta durará un tiempo limitado” o “es obligatorio”. Nunca debemos fiarnos de este tipo de proclamas que sólo buscan que piquemos comprando algo que, por lo general, podremos encontrar más barato.
2. Desconfía de la gente que se implica demasiado rápido
Es muy fácil equivocarse al empezar a trabar amistad con una persona que no es de fiar, y sólo nos quiere por el interés, pero una vez que la vamos conociendo es sencillo saber si sus intenciones son honestas.
Un indicativo que nos indica claramente que la persona con la que estamos tratando puede jugárnosla es que se implica demasiado rápido en la relación, y pasa de la noche a la mañana de querernos con locura a ignorarnos. Considero que esto es el más claro y evidente signo de narcisismo: “Como mínimo esta persona es impulsiva y no piensa las cosas antes de hacerlas. Quizás está proyectando una fantasía en ti, o prefiere la intensidad en las relaciones a la intimidad. Puede caer rápidamente en el drama e ignorarte en cuanto se aburra. En el peor de los casos, puede crear deliberadamente una apariencia de intimidad para seducirte y después engañarte”. Si tienes dudas, pon límites, aléjate y piénsate bien las cosas antes de volver a verla.
3. Pregúntate cuál es el objetivo real de la persona
Antes de fiarte de alguien pregúntate que es lo que realmente quiere de ti. Hay veces en que esto es muy sencillo: si estás hablando con un empleado de banca su objetivo será siempre ganar más dinero con tus ahorros, puede que esto te convenga a ti o puede que no, pero su motivación es evidente.
En el mundo de las relaciones personales la cosa se complica. Podemos caer fascinados ante una persona –sobre todo en el terreno del amor, pero también en el de la amistad– sin conocerla de nada. Y si nos tiramos a la piscina sin pensar antes lo que estamos haciendo podemos llevarnos una gran decepción. Propongo antes de avanzar en una relación nos hagamos una serie de preguntas:
  • ¿Mira todo el rato a la gente, para saber si se están fijando en él?
  • ¿Trata bien a la gente que le rodea?
  • ¿Cuáles son sus valores?
  • ¿Recuerda lo que le dices?
  • ¿Es considerado y atento?
  • ¿Tiene amigos cercanos?
  • ¿Trata bien a su familia?
4. Utiliza tu “mente sabia”
Aunque no debemos fiarnos de todo el mundo, tampoco podemos ir por la vida con miedo a que nos timen. Es por ello que debemos aprender a tomar decisiones que tengan en cuenta la percepción racional de lo que nos rodea (mediante hechos y observaciones) y las emociones que esto nos provoca.
 “Mente sabia” (wise mind), se refiere a un estado mental a medio camino entre lo racional y lo emocional, a modo de ejemplo, si conocemos una persona y nos fascina de inmediato no debemos ignorar nuestras emociones, pero no podemos basar nuestras decisiones exclusivamente en ellas. “Gracias a la mente sabia”, “no ignoramos nuestras emociones, pero tampoco nos dejamos atrapar por ellas viendo lo que queremos ver y no lo que realmente está ocurriendo”. 
Dra. Marsella Jiménez S.
Psicóloga - Sexóloga