jueves, 9 de mayo de 2013

...El Castigo !!!

 
 
El castigo es una actitud y una creencia limitante aprendida no sólo de padres, maestros y guías religiosos, también de hermanos, hijos, familiares, parejas y amigos: Todo error en esta vida se paga, en cualquier momento la deuda será cobrada.
Las leyes del mundo dictan que toda falta, por leve que sea, merece un castigo.
Hasta la ofensa involuntaria debe ser limpiada con el dolor de quien la causó.
 
El castigo comienza con una serie de reacciones generadoras de culpa y remordimiento.
La ofensa ofrece la excusa perfecta para atacar y tomar un control momentáneo o permanente sobre el ofensor. El drama forma parte fundamental de este círculo de ofensa, culpa y castigo.
De este concepto es que surgen la violencia, la guerra, la venganza, el rencor, los divorcios y el círculo vicioso de ofensa – castigo. Siempre habrá alguien que se sienta ofendido y busque calmar su dolor castigando al agresor. Ahora bien, ¿Puede el dolor del ofensor aliviar al ofendido? Castigar es herir en defensa propia, causar dolor a quien se considera culpable por una ofensa. Suena absurdo pero cuando el ofendido logra que el ofensor sufra por lo que hizo y se sienta culpable, su dolor se calma. Si no lo logra busca la manera de herirlo, activa todo su armamento, lo acosa, esculca en sus heridas, lo que sea con tal de que sufra y pague su dolor. La creencia es que no reaccionar es aceptar la ofensa, vulnerar la imagen propia ante los demás. ¿Cómo no defenderse? ¿Cómo no pelear por tener la razón? ¿Cómo dejar en manos ajenas el auto concepto? Claudicar, renunciar, ceder, transigir, conciliar, perdonar, ignorar el error; todos estos son términos desconocidos en una sociedad conflictiva como la nuestra y con un patrón religioso tan arraigado.¿Cómo no va a ser así? Si el fundamento y el fin último de las leyes y la moral es el castigo.
La vida no se rige por normas que surgen de una conciencia de responsabilidad con uno mismo y con los demás, sino por las consecuencias en términos de castigo o recompensa. La Culpa juega un papel muy importante.Tal es el mecanismo de la culpa: Nadie se libra del castigo merecido, la vida se llena de temor, se convierte en un recuento continuo de errores y todo lo malo que sucede es el justo castigo por ellos.Esto es lo que ha hecho del sufrimiento una virtud. El que sufre purga sus “pecados” y disminuye su castigo. La culpa menoscaba la capacidad de aceptar Bendiciones, pues anula la sensación de merecimiento. Una creencia que bien vale la pena cuestionar. ¿De dónde surge esta necesidad de castigar a los demás? De la incapacidad que tiene el ofendido para aceptar su responsabilidad. Ser ofendido no depende del ofensor sino de quien se ofende. Solo él puede permitir que se le haga daño. Percibir una ofensa es una decisión del perceptor.Errar es una característica del ser humano. Los errores se cometen casi siempre de forma involuntaria. Pocas personas ofenden o hieren a otra de manera intencional y alevosa. Algunas veces lo hacen llevadas por el miedo, la impotencia, la ira u otra emoción que han permitido que se apodere de ellas. Otras veces no existe la menor intención de ofender o agredir, lo que sucede es que se tocan fibras sensibles en el otro que lo llevan a sentirse ofendido. (Fibras que casi siempre vienen de nuestra infancia; cuando crecemos en un núcleo donde no hemos sido validados o hemos sido expuestos al rechazo y el abuso constantemente) Nos exponemos al rechazo, pues, aunque sentimos el dolor muy adentro, si somos honestos con nosotros mismos; sentimos un dejo de satisfacción;pues es lo que hemos conocido, y lo que tristemente consideramos "Amor" en nuestras vidas.A veces provocamos el rechazo y nos sentimos felices porque aunque nos rechacen, logramos la atención de las personas. Que tristeza no??? Pero es parte de nuestra realidad. Al igual que el AUTOCASTIGO! El Rechazo y La Ofensa van de la mano...Muy rara vez una persona centrada, con una auto estima alta, con crecimiento espiritual y un nivel de conciencia elevado se ofendería. Observen a esos seres especiales y se darán cuenta como pagan con "Amor y Perdón", lo que otros harían con venganza y castigo...Obsérvenlos!!! Ante una aparente ofensa o ataque lo mejor sería, antes de reaccionar, analizar las circunstancias, el entorno y el estado de ánimo del momento. Sentirse ofendido es una elección, "vivir en paz también lo es." 
"Castigar es una opción, la otra es no tomar la ofensa como algo personal, perdonar aunque haya dolido y seguir en paz sin necesidad de calmar el dolor con el dolor del otro."
Que la luz de tu visión más alta te guíe hoy y siempre!!!
 
VIVO EN PAZ Y EN EL AMOR! 



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