miércoles, 22 de mayo de 2013

COMO SABES!?




¿Cómo sabes que no te gusta algo si nunca lo has probado?
 
¿Cómo sabes que no puedes alcanzar algo si realmente no has dado todo de ti?

¿Cómo sabes que tu enemigo no está destinado a convertirse en tu mejor amigo si aún no te has acercado a él con un corazón abierto?

Intentar lo que pensamos que nunca intentaríamos puede llevarnos a sentir cosas que nunca pensamos que sentiríamos, lo que amplía nuestros horizontes y crea una vida mucho más enriquecedora.

Por una parte, es bueno nunca darse por vencido, pero por otra parte hay momentos en los que necesitamos rendirnos a la voluntad de Dios.
Existe una delgada línea entre la perseverancia y la testarudez. Así que ¿Cómo podemos conocer la diferencia?

Si bien no todas las situaciones son iguales, existe una manera para ayudarnos regularmente a conocer si la mejor decisión es continuar o dejar ir.
Si sólo se trata de que obtengamos lo que queremos, probablemente estemos siendo testarudos y es mejor dejar ir. 
 
Cuando el beneficio de los demás está en riesgo, es momento de nunca rendirse.

El éxito no se trata de si ganamos o perdemos. No se trata de si llegamos en primer lugar; tampoco sobre cuánto dinero hacemos ni sobre lo que alcanzamos.
 
El éxito ni siquiera depende de un resultado.
El éxito ocurre cuando hemos dado y continuamos dando todo lo que hemos obtenido.
 
Ame


No hay comentarios: