Algunas personas están convencidas de que sólo están emocionalmente seguras cuando permanecen protegidas, ocultas e introvertidas. Se cuidan de no revelarse a sí mismas por temor a quedar expuestas e indefensas.
Al estar protegidas e inaccesibles, sus relaciones nunca traspasaran el nivel superficial. Al mismo tiempo, se lamentan de no tener buena comunicación e intimidad con sus parejas, hijos familiares y amigos.
Cuando nos defendemos, protegemos y custodiamos, nos aislamos en la soledad. Así nos podemos escapar de graves traumas emocionales, pero al hacerlo nos perdemos la maravilla de la verdadera intimidad.
Sólo tenemos la posibilidad de tener éxito en las relaciones si nos mostramos vulnerables. El ser vulnerable ante otra persona es un signo de fortaleza no de debilidad.
Si nos engañan, traicionan, o nos embaucan, al menos podremos decir que lo hemos intentado. Y, en cierto modo tendremos éxito si impedimos que las cicatrices de la experiencia formen una coraza impenetrable en nuestro corazón.
Cuando nos demos cuenta que la vulnerabilidad es la esencia del amor y las relaciones, sin duda lograremos que las heridas cicatricen para así intentarlo nuevamente.
Ley de vida..caer y levantarnos, ser empáticos y crecer!!
MAR
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