El mayor desafío que tenemos en un mundo donde todos quieren transformarnos es ser como realmente somos. A veces la censura de los demás podría ser un freno importante, pero no debe de ser una razón suficiente para dejar de ser lo que verdaderamente somos, de sacrificar nuestra esencia para complacer a otros .
Si deseamos ser felices, fluir con la vida y ser libres de tomar nuestras propias decisiones,
debemos hacer valer nuestro derecho a que nos acepten tal y como somos.
Para mí no existe ningún otro derecho humano más esencial.
Me siento halagada cuando los demás me dicen que aprecian mi honestidad, mi alegría y la forma relajada de verme actuar como realmente soy sin tantos filtros y poses.
Les respondo :que no ha sido un camino fácil mostrarme como realmente soy sin importarme lo que piensen los demás ya que por un largo tiempo gasté mucha energía intentando ser otra persona, complaciendo a los demás, sacrificando mis deseos y ocultando mi verdadera identidad para lograr aceptación pero nunca me funcionó .
Si deseamos que nos traten como verdaderamente somos, debemos definir cómo y quiénes somos, y hacer valer nuestra personalidad de una manera suave, sana e inteligente.
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