martes, 24 de enero de 2012

Ofendido? (a) ?




Todos nosotros nos pasamos la mayor parte de nuestras vidas sintiéndonos “Ofendidos” por lo que alguien nos hizo….Y si nos pusiéramos a pensar que en realidad nadie jamás no ha ofendido!!! Son nuestras expectativas de lo que esperamos de los demás las que nos hieren. Y esas expectativas nosotros las creamos con nuestros pensamientos.




Si nosotros esperábamos que nuestros padres nos dieran mas amor, y no nos los dieron, no tenemos porque sentirnos ofendidos, son nuestras expectativas de lo que “Un padre ideal” debió ser con nosotros, las que fueron violadas. Y nuestras ideas son las que nos lastiman.

Si esperamos que nuestras parejas actúen de tal o cual forma y no lo hizo….Nuestra pareja no nos ha hecho nada. Es la diferencia entre las atenciones que nosotros esperábamos y las que ellos hicieron las que nos hieren..De nuevo todo está en nuestra imaginación.

Enojados con Dios? Son nuestras creencias de lo que debería ser Dios, las que nos lastiman. Dios jamás ofende y daña a nadie. Un hábito requiere de todas sus partes para funcionar. Si pierde una, el habito se desarma. El habito de sentirnos ofendidos por lo que “nos hacen otros” (En realidad nadie nos hace nada). Todas estas ofensas desaparecerán cuando conozcamos la fuente de las “Ofensas”.

Cuando nacemos somos auténticos. Pero nuestra verdadera naturaleza, es suprimida y sustituida artificialmente por conceptos que nuestros padres, la escuela, la sociedad y los medios nos ensenan y crean una novela falsa de cómo deberían ser las cosas en todos los aspectos de nuestras vidas y como “deben” de actuar los demás. Una novela que no tiene nada que ver con la realidad.

Cuando una persona es maltratada por otra, porque la otra entiende que no hizo lo que debe, eso va creando inventarios negativos en nuestras vidas, y tendemos a buscar otras personas de la cuales inconscientemente esperamos el mismo maltrato creando asi una serie de inventarios negativos en nuestras vidas, los cuales a la larga no nos dejan ser felices. Cada vez que entendemos que alguien nos hace algo que no nos gusta, de inmediato sacamos a relucir esos inventarios negativos que guardamos en nuestras mentes. Así podemos ver muchos matrimonios que a lo largo de sus vidas acumulan esos inventarios negativos .impidiéndoles crear una atmosfera de paz en sus hogares.

Una de las mayores fuentes de ofensas es el tratar de imponer el punto de vista de una persona a otra y guiar su vida. Cuando le dices a una persona tu “debes” hacer y esa persona te dice “no”, creamos resentimientos por partida doble. Primero nos sentimos ofendidos porque esa persona no hizo lo que queríamos, y segundo la otra persona se ofende porque no la aceptaste como es. Y esto se convierte en un círculo vicioso. Todas las personas tienen derecho divino de guiar sus vidas como les plazca. Aprenderán de sus errores por si mismos. Déjalos ser. Además debemos de recordar que “Nadie nos pertenece”. Cuando los colonos americanos querían comprarles las tierras a los pieles rojas estos les contestaron: Comprar Que, si nada nos pertenece? Ni el aire, ni el agua, ni nuestros hermanos los búfalos los cuales cazamos para sobrevivir!!!

Es como todas las maravillas de la naturaleza: El agua, el aire, el mar..no nos pertenecen, solo están ahí para que podamos disfrutarlas. El aire no podemos atraparlo, pero si abrimos nuestras manos, sentimos su calidez en nuestra piel.

Por eso lo ideal es entender que nadie nos hace daño, que no vale la pena querer controlar a los demás ya que cada persona es un alma libre.




Solo da un buen consejo si alguien te lo “pide”. Desintoxiquémonos del rencor y dejemos de pensar tanto y abramos nuestras almas a todo lo nuevo y diferente que tiene la vida por brindarnos,entendiendo que las ofensas vienen solo de nuestro pensamientos y expectativas creadas a lo largo de nuestras vidas por lo que nos “ensenaron que debería ser” y no en lo que realmente es….

1 comentario:

Zorro de Segovia dijo...

me ha gustado especialmente esta entrada, doctora. Gracias.