sábado, 28 de mayo de 2016

Amor y odio...?






¿Es posible odiar a alguien que has amado?  
Es posible que el sentimiento positivo que teníamos hacia nuestra pareja dé un giro radical y se convierta completamente negativo, molestándonos todo lo relacionado con ella  y sintiendo un fuerte rechazo hacia nuestra pareja.

La hostilidad, al igual que el amor, surge sin saber cuál es la razón. Nos encontramos ante ese sentimiento sin saber cuál ha sido exactamente el motivo ni aquello que lo ha originado. Sin embargo, está presente y aquella persona a quien tanto amábamos, se convierte sin saber cómo, en una persona para nosotros inaguantable; a quien no soportamos.

Pero, ante todo, partimos de la idea de que un amor verdadero aunque desaparezca, no tiene necesariamente que transformarse en odio. Para que aparezca el odio, quien lo siente se ha estado recreando sistemáticamente en los defectos y aspectos negativos de su pareja. Se siente frustrada al no encontrar lo que esperaba de ella o bien surge como respuesta al dolor que le ha podido causar. Puede aparecer como un mecanismo de defensa, ser la consecuencia del dolor.


Cabe destacar; la Infidelidad en una relación inmadura (pareja joven) El hombre se aferra a su ego, y aprovecha las "oportunidades" sin ser relevante y llega a casa, sin culpa. Así fue educado...
La Mujer; cuando engaña, es por amor y da todo por su amante y capaz de mentir hasta la muerte, y finalmente se queda con el "otro", espera que los hijos crezcan y mantiene una doble vida en todo aspecto.

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Causas por las que se llega a la aversión
 
Una de las principales causas por las que el amor llega a convertirse en odio, es por el abandono de nuestra pareja. Con el paso de los años nos abandonamos a la rutina diaria, cedemos ante el cansancio y no nos esforzamos por atender a nuestra pareja. Perdemos la habilidad para conversar con ella y dejamos de comunicarnos; no escuchamos, no tomamos decisiones conjuntas, no compartimos momentos y, por tanto, no disfrutamos con ella.

Esto da lugar a vivir nuestra vida de una manera totalmente individual, por lo que ante esta actitud, corremos el riesgo de que nuestra pareja llegue a convertirse en una pesada carga para nosotros. No sólo perdemos completamente el interés por ella, sino que nos molesta, sentimos que perdemos nuestra libertad; invade nuestro espacio, nuestro mundo y lejos de compartir, lo que más deseamos es estar solos. Esta sensación de pérdida de libertad o este deseo de vivir individualmente nuestra vida produce aversión, hostilidad y hasta odio con respecto a la otra persona.

Otra de las causas principales surge cuando al inicio de la relación idealizamos a la persona que amamos. La vemos como un ser extraordinario carente de defectos y la situamos en un plano superior. Con el paso del tiempo, vemos la realidad y la idea tan idílica que nos habíamos formado sobre ella desaparece completamente. Sin embargo, normalmente no es ella la que ha cambiado, ha sido la percepción que nosotros teníamos sobre nuestra pareja.

Otras veces surge como consecuencia del trato diario. Nos molestan aspectos de su persona que antes nos parecían graciosos o carecían de importancia para nosotros. Es posible que nos obsesionemos con sus defectos, que nos ceguemos y no veamos lo positivo que hay en nuestra pareja.


Yo no creo que el Amor, se convierta en odio!!!
Estoy muy segura que cuando ocurre eso, es porque se sobrepaso a falta de respeto e invalidez del otro.
Por lo tanto es mejor y más sano, ignorar las pataletas de esa persona sin valores ,ni prestigio.

Dra. Marsella Jiménez S
     Psiconeuróloga

1 comentario:

Unknown dijo...

Creo que la razón principal es la "frustración", la travesía de amar a odiar se debe a nuestra constante idea y esfuerzo por cambiar a la otra persona, por intentar que el otro haga lo que yo considero que es "lo correcto" y cuando el otro hace lo que considera que debe hacer, nuestra frustración por haber perdido "el control o el dominio" de la situación, nos convierte en potenciales odiadores... el odio no es hacia la otra persona en si, es "zencillamente" la frustración manifestada por la rabia de que no se hizo lo que nosotros queríamos...
Amor y amar es aceptar al otro a tal nivel, que somos capaces de dejar que se aleje simplemente por el echo de que respetamos su partida como parte de su proceso de ser humano libre, pensante y amante...