domingo, 10 de agosto de 2014

...la Coerción



Aún existen personas que creen y piensan, que pueden conservar el amor por medio de manipulaciones y coerción.
 
 Nos inculcan el “tú tienes”, “tú debes”, queriendo así hacernos sentir obligados a amarlos en sus términos o perderlos.  Estas personas o supuestos “enamorados” (as)  intentan llenarnos de culpas y temor si no nos doblegamos ante sus manipulaciones y  presiones.  

Usualmente tienen éxito, y tratan de cortarnos las alas, nos encierran en una jaula incómoda y nos alimentan con el amor que ellos entienden es  el adecuado.

 
Alguien dijo una vez: “Las aves nunca cantan dentro de las cuevas”. Tampoco lo hacen los seres humanos. Nacimos libres y con derecho a amar sin ataduras. Cualquier otra forma de amar es una imitación, e inclusive una distorsión del amor.

 
No se debe forzar el amor, no se debe utilizar este magno sentimiento para obligar, someter y coaccionar a  otros a merced de nuestra  incapacidad de amar.
 
Mientras menos seguros y confiados somos de nosotros mismos, mas es el deseo de minimizar  y controlar a los demás.

 
El amor libera, nos ayuda a vivir plenamente, sin temores, sin someternos a los designios del otro.

 
La coerción nos disminuye, nos mutila, nos hace infelices.

El amor en libertad nos brinda la energía necesaria para movernos conscientemente hacia una libertad mayor…
 
Ame

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