domingo, 27 de octubre de 2013

...desde el Amor!

 
 
La historia genealógica, nuestra herencia familiar se va llenando a veces de heridas y traumas que perduran por siglos.

Juzgar la actitud insana de una persona
(aunque sea desde la enumeración de situaciones) me parece errado.

Tras cada acto violento debemos ver (aunque nos repulse) a un ser que fue dañado en su temprano existir.

No hay que hacer foco ni gastarse en el agresor.
Hay que preocuparse por la víctima contingente. Ahí hay que apoyar y en paralelo hacer foco en nuestras propias heridas y en nuestros propios actos para ver que estamos muy cerca y siempre muy emparentados con el hacer de la víctima y el sufrir del agredido.

Son cadenas, que podemos partir debilitando en aquél que se encuentra apremiado en el hoy, pero si no limpiamos nuestra propia historia familiar, seremos verdaderamente poco consientes de todo el dolor que rodea y determina nuestro espacio de realidad.

Ser consiente no significa poder apuntar el error,
sino ser lo suficientemente dúctil para enfrentarlo, abordarlo
 
y
Resolverlo desde el Amor.

Hay un sólo camino y objetivo en la vida y es mejorar todo aquello que aún no está perfecto.
 Nuestra historia personal, nuestro entorno laboral, nuestra ciudad, nuestro hermoso planeta.

Si uno no trabaja para el amor, no se cosechan frutos.
 Amor y Paz

Dra.Marsella Jiménez S.
      Psicóloga
     

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