Cada dificultad que enfrentamos es un recordatorio para dejar ir y confiar en Dios.
Por ejemplo, cuando se trata del perdón, todo lo que experimentamos es una prueba. Cuando nos quedamos atrapados en una conducta que no perdona, es un indicador de que aún no hemos aprendido la lección dirigida hacia nosotros.
La esencia del perdón yace en el entendimiento de que realmente no hay nada que perdonar. Nadie nos ha hecho daño, o puede hacernos daño nunca.
Todos somos arcilla para moldearnos y nos han puesto exactamente en el lugar indicado en exactamente el momento correcto para que eventualmente cumplamos nuestro destino.
Las otras personas nunca pueden herirnos realmente; nosotros nos herimos a nosotros mismos al desconectarnos de la Fuerza de la Luz y todo lo negativo en nuestra vida está diseñado para ayudarnos a recordar este hecho.
Cuando vemos la verdad de esto, se vuelve más fácil perdonar a aquellos que sentimos nos han hecho daño y finalmente seguir hacia adelante.
Es difícil a veces hasta entender las situaciones de dolor e impotencia que se nos presentan en la vida.
Pero hay algo que te dice : Tu puedes, es lo que te toca vivir, camina que yo estoy aquí acompañándote.
Y los días son perfectos, cada vez me muestran cosas bellas y nuevas que experimentar, y sobretodo; cuando me pasa algo difícil y salgo victoriosa , mas aprendo el valor del perdón y del agradecimiento.
Pues el que no ha experimentado como la fe y el amor pueden devolver de la muerte a un ser amado, no sabe lo que es morirse en vida y resucitar de nuevo... ( o uno mismo)
Podemos ver la vida de una manera, llana, sencilla; tratando de estar siempre conectados a la luz del creador, moldeando a nuestro gran oponente que es el "ego", que nos hace capaz de elevar nuestra conciencia de una manera tan maravillosa, que es imposible volver atrás. (Siempre respetando el camino espiritual de cada ser Humano).
AME
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