miércoles, 5 de marzo de 2014

Tema para reflexionar...

 

 
 
 El castigo no es más que venganza.
El acto de llamar a reflexión (que puede ser incluso violento) no es castigo, sino un... acto de amor, porque lleva en él la curación como fin.
EL AMOR NO CASTIGA !
 
El castigo como venganza es un acto de odio, que engendra más odio.
Cuando el niño no respeta tu libertad o la de los demás, puedes EXPLICARLE, con un tono de voz distinto en ese momento, para que asocie de dónde el sonido(sin gritos) no hay dificultad, porque él aprenderá y comprenderá sin dejarle más residuos.
El acto comenzó y terminó con un resultado lógico, como ocurre en la vida.
Cuando le echas un sermón que no entiende y percibe tu disgusto y tu rechazo, que sí entiende, comienza a sentirse culpable de algo que es la moral, el deber y las normas, que él no llega a entender pero que necesita cumplir para tenerte contento, entonces sí le estás haciendo mucho daño.
Y si percibe en ti el resentimiento de la venganza, estarás fomentando en él un violento, vengador y resentido; no lo dudes.
 
Si yo quiero cambiarme a mí misma tendrá que ser en base a comprensión, intuición, conciencia, tolerancia, sin violencia.
 
Pues eso mismo necesitan los demás.
 
Todas las represiones tienen un solo motivo; la insatisfacción de ti mismo, tu intolerancia.
 
No puedes dar libertad si tú no eres libre.
 
No puedes amar, si no te amas.
Y no podrás fingirlo, pues tu boca puede decir una cosa, pero tu voz, tu actitud y todo tu cuerpo estarán diciendo otra.
Habrá una contradicción que contaminará el ambiente.
Lo peor de todo es la hipocresía de los padres y maestros, haciendo de modelos que luego no son capaces de cumplir, y de ahí llega el desconcierto y la desconfianza de los niños, cuando el oído se viene abajo.
De esa desilusión de los niños surge luego el odio...
 
 
Cultivemos el Amor!
 
AME

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