martes, 31 de mayo de 2011

Seguire...



Voy a seguir creyendo aún cuando la gente pierda la esperanza.
Voy a seguir dando amor aunque otros siembren odio.
Voy a seguir construyendo aun cuando otros destruyan
y a curar heridas que otros hayan causado.

A pesar de todo...
voy a seguir hablando de paz aún en medio de la guerra
y voy a continuar brindando luz aún en medio de la obscuridad
Seguiré gritando aún cuando los demás callen
y regalaré motivos de alegría donde sólo haya tristezas.

Dibujaré sonrisas en rostros con lágrimas
y transmitiré alivio cuando vea dolor.






Seguiré sembrando siempre aunque otros destruyan la cosecha
y continuaré regando incansablemente las semillas con amor y esperanza.

Invitaré a continuar al que decidió quedarse
y levantaré los brazos a los que se han rendido.
Alentaré a quien se encuentre deprimido
y haré renacer la FE de aquellos que la han perdido, renovando así también la mía.

¿Y saben por qué?
Porque en medio de la desolación siempre habrá un niño que nos mirará, esperanzado, esperando algo de nosotros.

Porque aún en la noche más lóbrega y obscura habrá siempre un mañana brillante



y luminoso esperándonos.

Porque aún en medio de una tormenta por algún lado saldrá el sol
y en pleno desierto brotará una planta con las primeras gotas de lluvia.



Porque siempre habrá un pájaro que nos cante, un riachuelo que nos arrulle,



un niño que nos sonría, un cisne que deleite nuestros ojos



y eleve nuestro espíritu con su elegante y serena blancura,



y una gentil mariposa
que nos brinde su gracia y su belleza.

Son los regalos con que nos agasaja la naturaleza.



Si. Estaré atenta a estos obsequios que nos brinda la vida y que nos inunda por todos lados ...y los difundiré a los cuatro vientos por todos los medios posibles a mi alcance.

PERO si algún día me faltan fuerzas y ves que me detengo, que ya no sigo, que callo, que no sonrío... entonces acércate, estrecha mi mano, abrázame, regálame una sonrisa y junta tu rostro al mío.

Con eso será suficiente.

Tal vez me habrá sucedido que la vida me sacudió,



me abofeteó y me sorprendió por un instante.



Eso a cualquiera le puede pasar.

Pero un gesto, una palabra de aliento, una caricia,



me hará volver prontamente a mi camino.



Nunca lo olvides.

Y de esa manera persistiré en mi esfuerzo,



redoblaré mi empeño y seguiré gritando,



creyendo, orando, dando amor, hablando de paz



y sembrando esperanza.

Si. Viviré sembrando.

¡Siempre sembrando!

Hay que saber que estamos aquí con un propósito, no lo olvidemos.
Y si el Creador nos colocó en este mundo, en esta vida, en esta época, en este tiempo, en este momento y en este lugar, por algo será.

Lo cierto es que aquí estamos y hay que apreciar, por lo tanto,



el lado amable de las cosas.

Y más que buscarle defectos a la vida y quejarnos de lo malo,



de las carencias y de las injusticias,



no le demos tanta importancia a las desventajas,



pero apreciemos las ventajas que la vida nos brinda,



que son siempre más de las que creemos.






Amelie






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