Hay manchas
en el cuerpo que no salen con agua y jabón. Hay suciedad en el alma que no
salen con un “lo siento”. Hay porquería acumulada por años de prejuicios, de
estupidez, de errores no reconocidos que tiene que ser enfrentada para poder
ser superada.
Hay mugre,
tantas capas acumuladas que ya no se puede ver, y la gente anda por la vida con
sus costras de suciedad como si fueran ángeles inmaculados recién salidos de la
lavandería.
Dejarse
remojar en la tina con burbujitas de jabón, o marcharse a un retiro espiritual
a seguir las instrucciones de limpieza de alguien de quien no se sabe cuál es
su grado de suciedad, seguir atentamente las recomendaciones del gurú de moda,
devorar libros de auto ayuda que sólo ayudan a quien los escribe. No. Nada de
eso sirve, si no se comienza por el darse cuenta respecto de las manchas que
cada uno lleva consigo.
Espero recibas este consejo!
AME
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