A veces ocurren situaciones en la vida que nos obligan a hacer un alto y pensar si realmente todo lo que nos sucede tiene una razón de ser.
Nos dirán que:
-Todo pasa por algo.
-Que Dios no nos manda nada que no podamos resistir.
-Que mientras más pruebas más experiencia y fortaleza de espíritu adquirimos.
-Que son karmas que arrastramos de vidas pasadas, y tantas cosas más que mejor no seguir enunciándolas.
Son todas verdaderas?
Llegué a la conclusión:
- Que lo más sano es no pensar , emitir juicios ni hacerme preguntas de aquello que de antemano nunca sabré las respuestas pues simplemente no existen.
Las situaciones simplemente son.
- Darle frente a ellas día a día, pidiendo asistencia a Dios que siempre está ahí para ayudarnos...
- Tratar de mantenerme en balance para poder tomar las decisiones correctas.
- Ver siempre el vaso medio lleno ayuda mucho, pues siempre toda situación por mas difícil que sea tiene su lado positivo aunque al principio no podamos verlo.
- Y una muy importante: Declararnos impotentes, dejarnos llevar y agradecer!!!.
La impotencia no significa fracaso.
Declararnos impotentes es el triunfo sobre nuestro ego que nos dice que somos poderosos ,
que todo lo podemos resolver y
que somos necesarios.
Cuando nos declaramos impotentes ante una situación, abrimos el portal de todas las posibilidades, le damos el control a ella y todo se irá resolviendo de la manera que tiene que ser.
Es el camino a la solución, la aceptación y la sanidad.
Solo por hoy....
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