Hay
muchas personas que nos harán daño a lo largo de toda nuestra vida. Muchas
serán miembros de nuestra familia, otras amigos y otras parejas… Pero, nunca
olvides que el hecho de que te dañen es algo que tú permites. Solo en ti reside
el poder para ponerle fin a todo esto.
Quizás
lo veas como algo difícil, ya que si te hacen daño es porque esas personas
tienen una especial importancia en tu vida. Aún así, no lo permitas. Si alguien
te hace llorar continuamente, elimínalo de tu vida.
Puede
que ahora mismo te sientas triste y que te lamentes por ser tan estúpido y
permitir cosas de otras personas que tan solo te están haciendo sufrir. Es
normal que te afecte lo que alguien que es importante para ti te haga. El
problema es que aceptes que esta situación se repita una y otra vez.
Todos
podemos pasar por un mal momento y estar más sensibles, pero cuando una
circunstancia se repite una y otra vez es importante hablarlo y, en tal caso,
ponerle fin. Nadie merece tus lágrimas, porque nadie debería hacerte llorar. Si
lo consiguen de forma repetida empieza a plantearte decirle “adiós” de verdad.
Las
personas que conocemos, a las que les hacemos un hueco en nuestra vida, serán
personas sanas ¡nunca tóxicas! Estas últimas solo solo nos provocarán
dolor y lágrimas, algo de lo que continuamente escapamos ¡por qué permitirlo
entonces!
En
ocasiones, personas que pueden ser de nuestra familia o nuestra propia pareja
nos sorprenden haciéndonos siempre daño. Es doloroso alejarnos de ellas, aunque
es necesario abandonarlas por completo. Solo así podremos eliminar esa
situación que tanto nos afecta. Quizás hayas descubierto ya ese dolor que te
paraliza, que te deja sin respiración, que, de repente, vuelve todo tu mundo
del revés. El dolor extremo puede hacer que te vuelvas loco y que nada tenga
sentido, que todo de repente se vuelva un caos.
El
dolor es algo que todos sentimos, pero que nadie merece que otros le inyecten.
Cuando una persona continuamente te está provocando sufrimiento, es necesario
que sueltes ese hilo que te ata a ella. Tus lágrimas nunca serán algo que
alguien merezca.
Está
claro que cuando estás sumergido en una circunstancia tan negativa y complicada
todo parece más difícil. Creemos que no será posible superar esto, que todo nos
viene demasiado grande y que acabará con nosotros.
Pero…
¿cuántas veces has visto al pasado y te has dado cuenta que aquello que
considerabas el fin del mundo no lo era tanto? El dolor nos paraliza porque las
emociones nos abordan haciéndonos sentir hasta el extremo. Cuando una vez pasa
todo esto, somos conscientes de que la vida sigue y de que podemos con esto y
con mucho más.
Una
situación negativa provocada por una persona no tendría que marcar tu vida. Por
eso es importante que aprendas a despedirte de todas esas personas que lejos de
aportar, te quitan energía.
Nuestro
miedo a la soledad, dejar nuestra felicidad en manos de los demás, depender de
alguien, todo esto solamente tiene un resultado que no es positivo y que estará
repleto de tristeza. No lograrás ser feliz si continuas andando por este
camino. Es importante que tomemos otro sendero.
El
cambio será positivo, decir “Adiós” nos permitirá dejar atrás a todas esas
personas que nos han consumido, que nos han hecho daño y que creemos que
necesitamos en nuestra vida cuando no es así. No te necesitas más que a ti
mismo y si alguien te provoca dolor, no merece formar parte de tu vida. Así que
sigue adelante y nunca frenes tus pasos. Porque todas esas personas especiales
que un día vuelven tu mundo oscuro, intentarán poner piedras y más piedras en
tu camino. Saltar cada una de ellas te hará seguir adelante.
Dra.Marsella
Jiménez S.
Psicóloga
- Sexóloga