«Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí; su Nombre es santo y su Misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos, enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia —como lo había prometido a nuestros padres— en favor de Abraham y su descendencia por siempre »
(Lc 1, 46-55).
*ENVIADA Desde VENEZUELA Por mi AMIGA P.Pereda de Pérez Matos
Un tanto general, se suele aceptar que la personalidad es un producto de la formación y evolución del ser humano, a partir de dos factores previos y básicos: el temperamento y el carácter.
El temperamento, como bien lo explicaba ya Hipócrates -temperamento flemático, sanguíneo, melancólico o colérico-, depende de un estado orgánico congénito que permite expresarse al individuo espontáneamente frente al mundo exterior.
El carácter es consecuencia de una elaboración paulatina en la que el individuo regula las presiones del temperamento y los instintos, determinando una conducta y unos propósitos, los que, lógicamente pueden variar en función de la educación y de las relaciones de cada persona con los demás y con su medio circundante.
En cuanto a la personalidad, requiere a la conciencia como centro, para mejorar más aún ese entramado de elementos constitutivos que llegan a distinguir una persona de las demás. Indica una integración de hábitos, actitudes, ideas, memoria, motivaciones, pautas de acción..., donde encajan las conductas dirigidas hacia el exterior y observables, y otras internas que no siempre se dejan ver (emociones, ideas, etc.,)
Ya Cicerón, amante de las ideas platónicas y aristotélicas, definía la personalidad de cuatro maneras diferentes que, sin embargo, se ajustan a las conceptuaciones actuales, más bien las psicológicas, que las meramente biológicas.
Para Cicerón, la personalidad es: Una máscara (del griego persona, máscara), una apariencia que el ser humano utiliza para presentarse ante los demás. Una meta, una finalidad humana. Una responsabilidad que otorga dignidad. Un conjunto de cualidades, que hacen al ser humano digno de su condición.
Está de más recordar que, tanto para Cicerón como para muchos otros filósofos de su época, anteriores y posteriores, esas cualidades giran alrededor de la moderación, la autodisciplina, la prudencia, la tolerancia, la generosidad, la integridad moral, en síntesis, la capacidad racional y espiritual de controlar los factores irracionales e instintivos propios de los animales.
Es probable que hoy ya no se consideren estos valores como los más significativos, pero, no obstante, nos inclinamos a pensar que la ausencia de tales valores es la que contribuye en buena manera a una dudosa constitución de la personalidad y a sus consiguientes perturbaciones.
Rotundamente puedo decir que uno de los momentos en que una persona se siente más frustrada es cuando no es fiel a si misma.
Es frustrante, claro, el hecho de tener un objetivo y no cumplirlo por culpa propia, ser quien sabotea ese fin.
Es una actitud ambigua: Por un lado, muestra una persona (o personalidad mejor dicho) poco segura de sí. Por otra parte…es un acto demasiado (desde mi punto de vista) egoista.
No recuerdo haber sido infiel a mis convicciones. Es lógico que asociemos la infidelidad con la pareja, el hecho de serle infiel a quien amamos. La pregunta, la primera que me planteo es: ¿Realmente amamos a alguién a quien no le somos fieles ni LEALES?
Sin dudas…no. En el amor, o en las relaciones interpersonales, pasa lo mismo.
En lugar de prometer amor…o demostrarlo al menos…y luego actuar de manera infiel es un hecho que, en lugar de “enorgullecer” (lo pongo entre comillas porque no entiendo cual es el punto en que, ser infiel a un sentimiento nos enorgullece) debería darnos lástima…vergüenza…pudor…una sensación de impotencia poco comparable con otros sentimientos.
En el plano afectivo, no he sido infiel. No es mi estilo. Cuando miro a alguien a los ojos y le digo que lo quiero,pareja, o en caso de un amigo, un familiar, soy 100% fiel a eso.
Se supone, reitero, se supone, que un sentimiento de fidelidad, es aquel que hacemos por propia voluntad, no aquel que hace que muchos digan…no…no puedo hacer tal cosa porque estoy de novia…o casada….o lo que fuere.
Me niego rotundamente a pensar como esa gente.
Estimo que una de las peores posturas de una persona es la falta de predisposición y actitud a la hora de encarar lo que fuere.
Habla de una persona poco valiente aquella que, en lugar de enfrentar la situación diciendo, no te quiero más, se cree mas (si…lamentablemente mucha gente se cree mas…) por estar con otra persona y ser infieles a aquella persona que con total descaro miran a los ojos y le dicen, por ejemplo, te amo.
No lo veo justo para ninguno de los dos. Es una actitud miserable, de la que pido a Dios no formar parte en mi paso por esta vida.
Yo prometo y cumplo.
Es tan contrastante como si fuera de mi casa fuese una persona super amable y al llegar a mi casa me convierta en un ogro. Para eso, es preferible que seas un ogro siempre.
Esa será tu forma de ser y, sin dudas, alguien te querrá así.
Pero hay cosas que tenemos que tener presentes: La gente no cambia, solo crece.
Los sentimientos no están planeados, suceden. Y no hay primavera que no alivie un largo invierno.
Como un resumen, podría citar una frase propia (aunque suene ególatra): “En lugar de serte infiel, prefiero no ser nada para TÍ”
Es así como yo resumo la infidelidad. Porque hay algo de lo cual estoy segura. Yo soy libre de querer a quién quiera, cuánto y cómo quiera. Pero si hay algo, sobre lo que no tengo el más mínimo derecho, que es sobre los sentimientos de los demás.
Herir a alguien sería lastimarme a mi.
Yo se cuanto duele estar lastimado.
Hace falta tener una conciencia infima para no pensar en esa persona que espera volver a verte con ansias, mientras estás traicionandola en su confianza, en su fe. Yo creo que todos podemos aportar lo nuestro.
Me agrada ADMIRAR a los que me rodean ...por como son ,su valentia ,coraje y actitudes que marcan la diferencia.
Porque mediocres y matires existen muchos ...y los mas claro es que su postura es solo una fachada ,para vivir comodamente (uffffff ,que facil "tapar el solo con un dedo",mientras los Valientes damos la cara.
Soy feliz como soy.
Quizás por educación, muchos diran por necia pero…”la opinión de la gente que no conozco, solo me importa cuando es constructiva, si es destructiva…no es una opiníón…es una difamación”
Y yo no acepto que me difamen.
Quiereme como soy o no me quieras, está en TÍ.
Yo se cuanto tengo para dar…y se hasta donde. Pero también se que cuando no se puede más, antes de tomar cualquier camino, es necesario frenar.
El tiempo no lo cura todo, depende de lo que hagas con él
MOMENTOS INICIALES
Todos nosotros en algún momento de nuestra vida experimentaremos
la pérdida de un ser querido.
El duelo, o proceso de recuperación, es un tiempo único y cada persona lo vive de una manera distinta.
En unos primeros momentos es normal sentir confusión, incredulidad, choque;
también es posible que niegues la muerte, los primeros días y semanas puedes sentirte como anestesiado,
o con sentimientos de descreimiento: es muy difícil aceptar al realidad.
Puedes creer que has visto a la persona y estar esperando su regreso. También a veces puedes sentirte descontrolado con acentuados altos y bajos.
Algunos expertos sugieren que esta primera fase tienen una función protectora que nos permite, desde esta sensación de irrealidad, afrontar todo lo que mucho que hay que hacer en estos momentos:
ocuparse del funeral, atender a las visitas, organizar los papeles, ocuparse de los mayores y de los niños etc...
A pesar de que pueda parecerte NO TE ESTAS VOLVIENDO LOCO.
Lo que estás viviendo es absolutamente normal y es importante vivirlo.
SÍNTOMAS FÍSICOS Y EMOCIONALES
Poco a poco, a medida que pasan las semanas la realidad va emergiendo, la pérdida se hace más presente y podemos sentirnos tristes, desesperanzados, solos, culpables, muy enfadados o todo a la vez.
El dolor también se vive físicamente: sentimos un vacío en el estómago, un nudo en la garganta, ardor en el abdomen, el corazón está partido.
Todas estas sensaciones son absolutamente normales
También es normal que no podamos concentrarnos en nada, que seamos incapaces de leer el periódico, que cualquier noticia nos intensifique el dolor.
A pesar de todos estos síntomas es importante recordar que el duelo no
es una enfermedad, y que si experimentamos esas sensaciones es porque estamos vivos,
somos humanos y hemos amado. No sentir dolor es una forma de duelo complicado.
Recuerda que es importante descansar, dormir y comer adecuadamente.
Haz ejercicio regularmente: el deporte es nuestro mejor antidepresivo natural.
DUELO Y ENFADO/ DUELO Y CULPA
Es frecuente en la primera etapa del duelo sentirse muy enfadado. Este enfado es una respuesta natural al sentimiento de pérdida:
podemos sentir resentimiento con la persona que ha fallecido por parecernos que nos ha abandonado, o podemos desplazar nuestro enfado al mundo, a Dios, o a cualquier situación o persona que nos pueda parecer es responsable de lo sucedido.
Culpabilizar a alguien de la muerte de nuestro ser querido es una forma de desplazar el dolor.
También es posible que nos sintamos nosotros culpables de lo sucedido, especialmente si la muerte ha sido traumática, y los " si hubiera…."
y los "¿Por qué?" llenan nuestras noches en forma de obsesiones.
La culpa es una forma de reparación que nos ayuda a sentirnos mejor y a mantenernos en relación con el ser querido.
La búsqueda de respuesta al ¿Por qué? también es natural: creemos que si encontramos una explicación racional eso nos haría sentir mejor.
Es muy difícil aceptar aquello que no tienen significado.
Pero el camino del ¿porqué? no lleva a ninguna parte , a pesar de ello hay que andar un tiempo por él.
Todo lo que estas viviendo forma parte natural del proceso de duelo.
No escondas tus sentimientos ni pensamientos, aprende a compartirlos sin miedo con personas de confianza que sepan escuchar.
Es posible que algunas personas cercanas se aleje y te eviten
Desgraciadamente esto pasa a menudo y se debe a que no saben que decirte ni como apoyarte. A veces es importante hacer tu el primer paso de pedir ayuda, haciéndoles saber que necesitas compartir tu dolor. Escoge bien a las personas a las que vas a acercarte.
Busca a personas que sepan escuchar.
No escondas tus sentimientos , aprende a compartirlos con personas sensibles.
Habla de lo que te ha sucedido.
Poner palabras a tus lagrimas te va a ayudar a mitigar tu dolor y comprenderlo.
EL DOLOR DEL DUELO
Con el tiempo el enfado y la culpa disminuye, ya no ocupan todo el espacio mental y emocional: empezamos abrirnos a la posibilidad de que, cualquiera que fueran las circunstancias de la muerte, lo que queda es el dolor por la ausencia y la añoranza.
En este momento del duelo lo más importante es expresar el afecto, la gratitud por lo vivido.
Recordar lo buenos momentos y también lo malos. Cuando hay asuntos pendientes de relación es muy importante expresarlos: perdonarse a uno mismo y perdonar al otro.
Solo poniendo al dia la relación, resolviendo todo lo que quedó pendiente, podremos llegar a la plena aceptación de la muerte de nuestro ser querido.
Resignarse ante la muerte de un ser querido es una actitud pasiva
donde no se asume ninguna responsabilidad
Aceptar es una actitud activa dónde se asume la responsabilidad,
no de lo que ha sucedido, pero si del proceso de recuperación.
CAMBIOS
Es posible que pienses que tu dolor seria menor si vendieras tu casa y te fueras a vivir lejos, si cambiaras de trabajo, te quedaras embarazada de nuevo enseguida, o entraras en una nueva relación. El impulso de evitar todo lo que nos recuerde la pérdida o sustituir el vacío de la soledad con otras personas o actividades es natural. Ahora bien, estas decisiones tomadas precipitadamente en medio del proceso de pérdida suelen ser equivocadas y conducen a complicaciones.
Piensa en las decisiones que te gustaría tomar, meditalas y espera. Antes de tomar una decisión importante que afecta a tu vida y a la de los que te rodean, debes haber avanzado en tu proceso de recuperación. Nunca ejecutes decisiones importante, cuando estás en emociones intensas.
DUELO/DEPRESIÓN Y DUELO Y MEDICACIÓN *
El duelo y la depresión son dos estados distintos, y aunque comparten algunos síntomas no deben confundirse nunca. El duelo es una reacción natural ante una pérdida, la depresión en una enfermedad que debe ser tratada.
Los síntomas generales de duelo mitigan con el tiempo, en la depresión persisten y a menudo empeoran. La depresión debe ser tratada con antidepresivos que está demostrado son eficaces en esos estados, la medicación en el duelo es inapropiada normalmente y no está demostrado que beneficie el proceso.
Las personas en duelo que tienen niveles muy altos de angustia, agitación o dificultades de sueño, pueden beneficiarse de una medicación de antidepresivos o ansiolíticos siempre prescritos durante un breve tiempo o de forma intermitente.
En el caso que el proceso de duelo se complique, cosa que solo puede determinarse a partir de los 6 meses de la pérdida, en algunos casos debe prescribirse medicación y siempre acompañada de un apoyo terapéutico especializado en duelo.
El problema de tomar antidepresivos cuando no son necesarios es que se está considerando patológica una situación que es normal, quizás incomoda y difícil, pero necesaria y adaptativa. Medicalizar es desresponsabilizar a la persona de la gestión de sus sentimientos fomentando la adopción de una postura pasiva, de rol de enfermo ante la las experiencias difíciles pero naturales de la propia vida.
DUELO Y TRANSFORMACIÓN
Con el paso del tiempo, trabajando y con la ayuda necesaria, veras como el dolor se va mitigando y nuevos sentimientos aparecen.
Aceptar no quiere decir resignarse o no sufrir: siempre les recordaremos con dolor, pero el trabajo del duelo nos permite descubrir que el amor es más fuerte que la muerte.
Después del camino andado, del dolor expresado y con el apoyo recibido en el camino decidimos apostar por la vida: en vez de morir nosotros, como era nuestro impulso al inicio del proceso, decidimos vivir en honor a ellos.
Es decir, nos comprometemos en vivir la vida de tal manera que nuestra tarea sea hacer germinar esa semilla que ellos nos dejaron y hacerla fructificar en nuestras relaciones con los que quedan, en nuestro proyectos en la vida, en nuestros cambios profundos y crecimiento interior.
Seguir queriendo no significa seguir conectado en el dolor y sufrimiento.
Sino desde el amor, el compromiso y la entrega a la vida.
FALSAS CREENCIAS EN EL DUELO
NO te ayudará si estás en duelo y creer que:
que si hablas de tus sentimientos te encontrarás peor.
que hacerse el fuerte y disimular es bueno.
que nadie te puede ayudar o que nadie sabe como te sientes.
que lo mejor es controlar tus emociones y hacer como si note pasa nada.
que lo tuyo es lo peor o lo contrario que no es nada….
No lograremos cuidar de los otros sin antesamarnos y cuidarnos a nosotros mismos.
Pero necesitamos preguntarnos antessi nos sentimos dignos de cuidarnos.
Aun como prioridad sobre cuidar alos demás.
Siempre he sido criticada o regañada por ser asi...
Pendiente de los demás,simplemente SOY FELIZ.
Nada debe ser más importante que ser amables con nosotros mismos.
Enfrentar continuamente el sufrimiento no es una tarea pequeña,tanto si somos profesionales que trabajmos 70 horas a la semana o familiares que cuidamos todos los días a un paciente enfermo.
Reconozcamos nuestros límites perdonándonos nuestros ataquesde impaciencia o de culpa.
Aceptemos nuestras propias necesidades.
Aprendamos que,para tener compasión por los demás, debemos tener compasión por nosotros mismos.
Día del Niño por ello en este mes de AGOSTO en especial, desarrollemos, tu amigo, amiga un ambiente de respeto y cuidado.
Especialmente para que nuestros niños puedan conocer y gozar de sus derechos; para que toda la comunidad entienda cuál es el verdadero lugar que ocupan los niños y niñas en nuestra sociedad, habilitemos los espacios de participación que tienen por derecho propio y hagamos cada día de esta sociedad un referente para el adulto del mañana.
No olviden que la mejor herencia
que podemos dejar a nuestros niños
es el Respeto y Tolerancia a su prójimo, en especial a los niños
Hacer lo mejor que podamos esto que traigo entre manos, sabiendo que "lo mejor es enemigo de lo bueno"
No pensar en el mañana, que cada día tiene su afán
Cuentan de un chino que tenía un caballo. Le dijeron "hay que ver qué suerte tienes", y él siempre decía: "no todo es como parece..." El caballo se le escapo y los vecinos fueron a consolarle "por la desgracia": "¿Quien dice que sea una desgracia?", comentaba. A la semana siguiente el caballo volvió, trayendo detrás una manada preciosa de caballos. Los vecinos le felicitaron por "la suerte"... "¿quien dice que sea una fortuna?" A los dos días su hijo iba a caballo y cayendo quedó cojo. Volvieron para "consolarle": "¿quien dice que sea una desgracia?", les dijo también. Al cabo de poco hubo una guerra y el primogénito por estar cojo se libró de tener que ir a pelear...
Tenemos idea de lo que es bueno y lo malo, pero no tenemos la perspectiva, visión de conjunto de la historia del mundo y cada uno de nosotros.
Nos parece muchas veces que la vida es una carrera de obstáculos, que hay una serie de problemas ante nosotros, cada día, y que se trata de irlos superando. En cierto modo es así, pero no podemos agobiarnos con lo que está más adelante, pues el mucho mirar los obstáculos del mañana, el obsesionarse por lo que está aún lejos, puede hacer que caigamos en el obstáculo que tenemos delante, el único que existe y en el que nos hemos de fijar, para no caer: sólo existe el "aquí y ahora", el presente, y hemos de aprovechar la memoria del pasado como experiencia, y la previsión del futuro como deseo o esperanza.
Una de las causas de inquietud que tenemos en nuestro mundo es ésta: que la vida es ir solucionando problemas, a veces agobiantes porque no está en nuestra mano el resolverlos, ir con la lengua fuera corriendo hacia una paz que nunca se alcanza... En realidad, no es ésta la finalidad de nuestra existencia, sino ver en lo de cada día una oportunidad para desarrollar nuestra vocación al amor, al encuentro con Dios.
Entonces, en lugar de estar inquietos, veremos la cruz de cada día, como dice el Evangelio: "Por eso os digo: No os preocupéis por vuestra vida, qué comeréis; ni por vuestro cuerpo, con qué os vestiréis. ¿Acaso no vale más la vida que el alimento y el cuerpo que el vestido? Fijaos en las aves del Cielo, que no siembran, ni siegan, ni almacenan en graneros, y vuestro Padre Celestial las alimenta. ¿Es que no valéis vosotros mucho más que ellas? ¿Quién de vosotros por mucho que cavile puede añadir un solo codo a su edad? Y acerca del vestir, ¿por qué preocuparos? Contemplad los lirios del campo, cómo crecen; no se fatigan ni hilan, y yo os digo que ni Salomón en toda su gloria pudo vestirse como uno de ellos. Si a la hierba del campo, que hoy es y mañana se echa al horno, Dios la viste así, ¡cuánto más a vosotros, hombres de poca fe! No andéis, pues, preocupados diciendo: ¿Qué vamos a comer, qué vamos a beber, con qué nos vamos a vestir? Por todas esas cosas se afanan los paganos.
Bien sabe vuestro Padre Celestial que de todo eso estáis necesitados. Buscad, pues, primero el Reino de Dios y su justicia, y todo lo demás se os dará por añadidura. Por tanto, no os preocupéis por el mañana, porque el mañana traerá su propia preocupación. A cada día le basta su contrariedad"(Mateo, cap. 6)
Mirar los lirios y los pájaros quiere decir saber contemplar, tener fe en las palabras de Jesús, que es nuestro modelo, Camino, Verdad y Vida, que lo que de veras cuenta es participar en esta aventura divina que es la vida. No podemos perdernos en amarguras de pasados y miedos del futuro. La vida es un regalo de Dios continuo, y hay que vivirla en presente, disfrutarla. Pero esto es duro para quien se deja llevar por dos peligros o tentaciones, el remordimiento del pasado y el miedo por el futuro.
El pasado, con sus remordimientos de "hubieras debido actuar de manera distinta a como actuaste, hubieras debido decir otra cosa de lo que dijiste": en determinados momentos de la vida, el casado piensa si debería haber hecho otra elección o haber escogido otra persona... y así en todo; es el sentimiento de culpabilidad de "hubiera debido"; pero aún peor que nuestras culpas son nuestras preocupaciones por el futuro, esos miedos que llenan nuestra vida de "¿qué pasaría si?"... "¿y si perdiera mi trabajo?, ¿y si mi padre muriera?, ¿y si faltara dinero? ¿y si la economía se hundiera? ¿y si estallara una guerra?"... Son los "si" que junto con los "hubiera debido" perturban nuestra vida, como decía Henri J. M. Nouwen: "ellos son los que nos tienen atados a un pasado inalterable y hacen que un futuro impredecible nos arrastre. Pero la vida real tiene lugar aquí y ahora.
Dios es Dios del presente...": no existe ni el pasado (queda sólo en la memoria, es la experiencia de la vida) ni el futuro (que forjaremos con lo de ahora), sólo existe una realidad, la presente, y ésta es la que hemos de afrontar. El stress famoso no viene con la abundancia de trabajo, sino con el estado psicológico de agobio ante el trabajo: es decir no es causado por la materialidad de tener muchas cosas que hacer sino por la sensación subjetiva de no llegar: lo que agobian son las cosas "pendientes". Pienso que algunas personas, más bien perfeccionistas, tienden a esta "saturación"... una búsqueda de la perfección enfermiza, que genera inquietud; un compararse con los demás, hacer siempre más... Más bien deberíamos pensar que no importa ser perfecto, que la vida no es un circo en el que hay que hacer el "¡más difícil todavía!" sino que se trata de hacer las cosas lo mejor que podamos.
No competir con los demás, en la búsqueda del éxito, sino sacar lo mejor de nosotros mismos. Hacer lo mejor que podamos esto que traigo entre manos, sabiendo que "lo mejor es enemigo de lo bueno".
Fui criada con principios morales… Cuanto más próximos o más ancianos, más afecto.
Hoy tengo una tristeza infinita por todo lo que perdimos.
Por el miedo en la mirada de los niños, jóvenes, adultos, ancianos. El abuso de "algunos adultos" , con sus hijos; niños atemorizados por la mentira,maldad y falta de piedad .
Pues ellos solo desean su EGO.
(adultos-sin valores,embusteros ,despiadados!)
Madres y mujeres que han querido dominar al mundo, solo por tener un par o más hijos…sin medir las consecuencias de un futuro doloroso, donde sus propios hijos le pueden explicar ,mas tarde el daño causado .Ya no siento pena por esa gente ,he crecido...humanamente ...vivo sin temores ,seguiré luchando...
POR LOS NIÑOS DEL MUNDO!
Oh! Dios mío ten misericordia con “ELLA”
*Derechos humanos Para criminales (y los cuello blanco)
Deberes ilimitados Para ciudadanos honestos.
No tomar ventaja es ser otario Pagar las deudas es ser tonto… Amnistía para los estafadores.
¿Que paso? Profesores maltratados en las aulas, Comerciantes Amenazados por traficantes, Rejas En nuestras ventanas y puertas.
¿Que valores son estos?
Cosas que valen más que abrazos Hijos queriendo regalos por pasar de curso Celulares en los recién salidos de los pañales.
Que vas a querer a cambio de un abrazo?
Mas vale un anillo, que un diploma Mas vale una pantalla gigante que una conversación. Mas vale maquillaje que un helado Mas vale parecer que ser…
¿Cuando fue que todo desapareció, se hizo ridículo?
Quiero sentarme en la vereda Y tener la puerta abierta En las noches de verano
Quiero la honestidad Como motivo de orgullo
Quiero la vergüenza Y la solidaridad
Quiero la rectitud De carácter La cara limpia Y la mirada a los ojos
Quiero la esperanza La alegría La confianza La fe
Quiero callarle la boca a quien dice: “a nivel de”, al hablar de una persona
Abajo el tener viva el ser
Y viva el retorno de la verdadera vida, simple como la lluvia, limpia como el cielo de abril, leve como la brisa de la montaña!