Si todos los que decimos que amamos entráramos en acción, éste sería un mundo mejor. Si realmente deseamos conocer a alguien, debemos dejar a un lado lo que dice y prestar más atención a lo que hace.
Por eso lo que sucede dentro de nosotros se revela en lo que hacemos por fuera.
Si realmente decimos que amamos, ¿Cómo lo estamos demostrando? Si en verdad nos importan nuestros hijos, nuestras familias, nuestras parejas, ¿lo estamos haciendo evidente? Si honestamente nos duele el hambre, la pobreza, la soledad, la violencia que hay en este mundo, ¿estamos demostrando ese interés?
Si no hay una prueba tangible de nuestro amor , debemos ponerlo en
duda.
duda.
-Una vez me senté en un avión junto a una señora que se quejo durante todo el viaje. Las azafatas eran inútiles, la comida era poca y sabía mal, las películas eran despreciables. Y qué decir cuando cambió de tema y comenzó a decir que nuestro Gobierno era corrupto, que la sociedad estaba podrida, no se podía confiar en la gente, y así sucesivamente.
Cuando pude hablar le comenté que estaba convencida que las palabras tenían poder y que expresarnos negativamente de todo lo que nos pasa y que entendemos está mal, no ayudaban en nada a que esas situaciones cambiaran de forma pro activa, sino todo lo contrario.
La señora simplemente me dijo: ¡Es maravilloso! Lo que el mundo necesita es más amor y positivismo. Y agregó: Es bueno que aún haya gente como usted y como yo que lo entienda….
En ese momento di por terminada la conversación…
